La Técnica de Estudio más Sencilla y Efectiva para Subir las Notas

¿Sabías que, si dejas pasar un tiempo antes de repasar lo que estudiaste, mejorarás significativamente tu aprendizaje? Más de un siglo de investigaciones lo confirma. En esta entrada te mostraré cómo sacarle el máximo partido a esta recomendación para mejorar tus resultados académicos.

Si olvidas lo que has estudiado o te cuesta recordar la materia al rendir un examen, probablemente una de las causas se encuentre en la planificación tu práctica.

En lugar de concentrar el estudio en una sola sesión, distribúyelo en varias. Es mucho más efectivo repasar o practicar la materia un tiempo después de haberla estudiado que hacerlo en la misma sesión.

A cambio, obtendrás mejores notas, bajará la ansiedad y subirá la motivación.

La mayoría de los estudiantes tienden a preparar un examen en las horas previas, sin ser conscientes de los efectos negativos que esto tiene en su desempeño.

Concentrar el tiempo de estudio no te ayuda a preparar bien una prueba

Muchas personas estudian solo el día antes a un examen. ¿Por qué adoptan esta estrategia a pesar de ser poco efectiva?

  • Esto puede ocurrir por problemas de planificación, un descuido, distracciones o porque se posterga el momento de estudiar.
  • Contrario a más de un siglo de investigación, algunas personas creen erróneamente que no necesitan distribuir el estudio.

Estudiar el día previo a un examen puede bastar para aprobarlo, pero tiene dos problemas: se puede confundir por una estrategia eficaz y la materia se olvida rápidamente. Si hay una prueba global al final del semestre, se tendrá que preparar prácticamente desde cero.

Concentrar el estudio la noche antes de un examen también puede interferir con el sueño, y afectar el buen funcionamiento de la memoria.

Si quieres mejorar tus calificaciones, hay una mejor alternativa. Te la muestro a continuación.

Deja pasar un tiempo antes de repasar o practicar lo estudiado

Planificar el estudio es clave para el éxito académico. Divide la preparación de una prueba en 3 ó 4 sesiones. No se trata de estudiar más, sino de hacer una gestión efectiva del tiempo.

Por ejemplo, si tienes una prueba dentro 2 semanas, asigna 4 sesiones y deja un intervalo de varios días entre cada una de ellas.

El aprendizaje y el olvido están estrechamente relacionados: estudiar cuando la materia empieza a olvidarse mejora considerablemente la retención. Por eso es recomendable espaciar los periodos de estudio y dejar que el contenido se “olvide” antes de repasarlo.

Los beneficios de la práctica distribuida son contrarios a nuestra experiencia, preferimos concentrar el estudio porque notamos un cambio rápido en nuestros conocimientos. Sin embargo, éste es pasajero y la materia se olvida con facilidad.

Añade la práctica de recuperación y tus notas se dispararán

La distribución del estudio en múltiples sesiones se vuelve mucho más efectiva si la complementas con la práctica de recuperación. Estas dos estrategias de aprendizaje van a disparar tus calificaciones.

  • Al momento de estudiar, comienza haciéndote un test. Toma lápiz y papel y escribe todo lo que recuerdes acerca del contenido que tienes que aprender.
  • Después, revísalo buscando errores y omisiones, y estudias solo aquello que tienes que mejorar.
  • A continuación, vuelves a hacerte un test.
  • Repite ese ciclo hasta aprender toda la materia.

La investigación muestra con claridad que la práctica de recuperación es un componente esencial para aprender y aumentar la retención de información. La repetición fortalece la memoria y es mucho más eficaz que cualquiera de las técnicas habituales que emplean los estudiantes.

Combina las dos estrategias de estudio y observa como mejoran tus calificaciones.


Referencias

Bjork, RA, & Bjork, EL (2019). Forgetting as the friend of learning: implications for teaching and self-regulated learning. Advances in Physiology Education43(2), 164–167.

Dunlosky, J, Rawson, KA, Marsh, EJ, Nathan, MJ., & Willingham, DT (2013). Improving students’ learning with effective learning techniques: Promising directions from cognitive and educational psychology. Psychological Science in the Public Interest, 14(1), 4–58.

Rawson, KA, Dunlosky, J, & Sciartelli, SM (2013). The power of successive relearning: Improving performance on course exams and long-term retention. Educational Psychology Review, 25(4), 523–548.

Wiseheart, M, Küpper-Tetzel, CE, Weston, T, Kim, ASN, Kapler, IV, & Foot-Seymour, V (2019). Enhancing the quality of student learning using distributed practice. In J Dunlosky & KA Rawson (Eds.), The Cambridge handbook of cognition and education (pp. 550–584). Cambridge University Press.


Imagen cortesía de Freepik https://bit.ly/3lr74tm

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